miércoles, 11 de noviembre de 2009

EL JINETE Y SU CABALLO. LIDERAZGO

Es muy común que en mis cursos, lleve a cabo una dinámica de rompe hielo, en la que cada participante se presenta, ofreciendo sus datos básicos como: su nombre, lugar de origen, su puesto y número de años en la empresa, etc. Y al final debe mencionar su animal favorito. Generalmente comienzo yo y siempre escojo como animal favorito al caballo.

Hace unos días, decidí darme el tiempo de ir a montar a caballo, un rato, al rancho de mi papá, cosa que después de años de no hacerlo, obviamente termine un poco adolorido del trasero.

Mientras cabalgaba por el monte, recordé mi metáfora del jinete y su caballo misma que me gustaría compartirle. Esta actividad, (montar a caballo) ha quedado relegada solo a los pueblos de provincia o los rancheros, incluso a las ya famosas cabalgatas como actividad de convivencia y de “pediatría” jeje. Anteriormente era el único medio de transporte existente pero hoy día, más bien es recreación y un poco de forma de trabajo, en los ranchos.

Pero montar a caballo tiene su peculiaridad. Existe una relación estrecha y dinámica entre un jinete y su caballo. Dado el hecho de que un hombre o mujer van montados sobre un ser vivo e inteligente, dentro de sus limitaciones de animal. Esta relación yo la equiparo con nuestras relaciones interpersonales y de trabajo, respecto del LIDERAZGO.

El caballo, un animal varias veces más fuerte y resistente que su jinete, en una situación de trabajo, es quien lo ejecuta ya sea recorrer grandes distancias, o arrear el ganado, correr en las carreras, brincar en el salto o jugar polo, etc. Y el jinete es quien lo guía, le dice que hacer cuando.

Así como las personas, los caballos tienen diferente personalidad y comportamiento, son capaces de aprender y pueden tener confianza y seguridad o no tenerlas. Mucho tiene que ver con la forma en la que el jinete trata a su caballo.

Conteste a las siguientes preguntas: ¿Cómo debe tratar el jinete a su caballo para obtener de él el máximo rendimiento en el trabajo, y la máxima confianza en su jinete? ¿Qué acciones cree usted que debe llevar a cabo el jinete?


¿Estará de acuerdo con esta lista?:

• Cuidarlo
• Darle de comer.
• Darle de beber.
• Enseñarle.
• Vacunarlo.
Desparasitarlo.
• Acomodar la montura
• Evitar que camine por las piedritas.
• Darle su baño de vez en cuando
• Darle zanahoria o cuadritos de azúcar
• Premiarlo por hacer lo que le pide.
• Firmemente aclarar lo que no quiere.
• Sin infringir dolor; ¡nunca!

Es obvio que cuando el caballo es tratado bien, éste aprende con facilidad, y rinde lo que necesita rendir en la relación que guarda con su jinete

De hecho la mejor forma de amansar un caballo es a través de ir generando la confianza entre el animal y su amansador, existen una serie de ejercicios y observación de las reacciones del animal que permiten ir incrementando la confianza, hasta que se puede lograr la docilidad y lealtad total del caballo, conservando absolutamente toda la energía y poder del animal para efectos del entrenamiento y ejecución buscados; ya sea trabajo, obediencia en general o suertes de espectáculo. Al animal le debe quedar bien claro que el amansador es el líder y eso se logra con el buen trato, y la exigencia de lo que se quiere y lo que no se quiere.

Con los humanos es lo mismo, al personal, a los hijos, a los empleados; les debe quedar bien claro que usted es el líder, a través del trato adecuado de las personas: justicia, recompensa, reconocimiento, condiciones favorables, respeto, y luego la exigencia de lo que se quiere y lo que no se quiere, con la explicación especifica de porqué es que así lo quiere.

Claro también se puede amansar un animal a golpes, por no decirlo de otra forma.

Pero ¿Qué cree usted que sucede, si el jinete trata mal a su caballo? Primero lo amansa a través del temor y el dolor. Realmente es fácil, los humanos como los animales, siempre buscaremos acercarnos a lo que nos produce placer y alejarnos de lo que nos produce dolor. Entonces el caballo después de sentir el suficiente dolor de las sogas, latigazos y cuartazos, se rinde, pero con él se rinde también la confianza, la capacidad de aprender, la fuerza y energía.

Luego el jinete lo desatiende, no como bien, no lo vacuna, no lo premia y ante cualquier falla o error, el jinete, le sorraja una serie de cuartazos. Le exige que avance con sus espuelas picudas, al grado de hacerlo sangrar, y no se ocupa de los herrajes apropiados como jerga, suadero, montura y cabezadas.

¿Qué cree usted que vaya a pasar?



Así es, correcto, se perderá la efectividad y productividad del caballo, se debilitará o enfermará, no será capaz de lograr su máximo desempeño. A pero si el caballo tiene una personalidad fuerte, si es de casta y buena genética, si el caballo es de los que se defienden hasta el final, lo más probable es que, ya sea por temor, confusión o por intención; ¡¡¡EL JINETE TRAGA TIERRA!!!



Estoy convencido que a esto le podemos llamar anti-liderazgo y aplica igual en las relaciones humanas. Cuando la gente es maltratada, perderá la capacidad de aprendizaje, la energía y creatividad. Y aquellos de carácter fuerte, de objetivos claros y que se valoran a sí mismo, se defenderán hasta el final porque son lideres; ya sea por coraje, conveniencia o estrategia, buscaran que ¡¡¡EL JINETE TRAGUE TIERRA!!!

He visto esto suceder muchas veces, yo he tragado tierra, literalmente después de haber estado montado, no fue por haber maltratado al caballo, pero éste ya era desconfiado y carbón, por los jinetes anteriores, y yo tragué tierra. También me ha pasado en mis relaciones interpersonales.

Usted querido lector, ¿también ha tragado tierra? Seguramente podemos aprender de esto para entender que el liderazgo que ejercemos en nuestra vida cotidiana es determinante para los resultados que obtenemos al colaborar con otros seres humanos inteligentes y capaces, que reaccionan a nuestro trato.

El liderazgo, tiene todo que ver con la forma en que tratamos a los demás, la claridad de nuestros objetivos, nuestros deseos y de lo que no queremos.


Evite tragar tierra, seamos buenos jinetes,

SEAMOS BUENOS LIDERES.